Cada día gana más terreno, literalmente, el espacio de los ciclistas en el sector inmobiliario. Los promotores a nivel internacional, han comenzado a dar una mayor importancia al reclamo silente durante décadas de los propietarios de bicicletas que veían él área común de las escaleras de los edificios como el parqueo de las bicicletas de todos los miembros de la familia.

Recuerdo cuando de adolescente visitaba a mis amigos que tan pronto pasaba la puerta principal del edificio encontraba bicicletas por todos lados; debajo de las escaleras, o colgadas en las verjas de los balcones como sí de un adorno del hogar se tratase.

Conozco el caso de una amiga que hace aproximadamente un año, por no encontrar lugar donde colocar su bicicleta en el edifico de apartamentos donde reside, tuvo que confrontar, tanto al promotor inmobiliario como al administrador del edificio, valiéndose de la Ley de Condóminos y sus derechos. Logró que le otorgaran en su propio parqueo un lugar en la pared para colgar su bicicleta

Aunque las cosas en este país toman más tiempo del que deberían, gracias a Dios existen sectores como Arroyo Hondo, predilecto por algunos u odiado por otros, donde algunos proyectos incluyen la alternativa de parqueos especiales para bicicletas tipo alacena o depósito.

A nivel latinoamericano tenemos el ejemplo en Santiago de Chile, de cómo este aspecto ha pasado de ser un sueño a la pura realidad. Se han consolidado los espacios para bicicletas ocupando un lugar relevante en el diseño de los edificios de departamentos u oficinas siendo el mayor atractivo su cercanía a las ciclo vías.

Algunas inmobiliarias han implementado características específicas para estos fines creando espacios cerrados muy seguros y diseñados para el cuidado de las bicicletas, proporcionándoles protección con techados para prevenir que el sol y la lluvia las afecten. Además, el acceso para los propietarios es con tarjetas de control e incluyen cámaras de seguridad para mayor tranquilidad de estos.

Más allá de lo seguro que sean estos espacios, han buscado que tengan una estética atractiva. Para ello les dan un look moderno que vaya en consonancia con la estética de la propiedad.

Algunos proyectos inmobiliarios no solo han incorporado estacionamientos diferenciados para autos y bicicletas, sino que ponen a disposición de los residentes, un determinado stock de bicicletas para que puedan utilizarlas libremente, ya sea para pasear, ir al trabajo o hacer trámites, entre otros.

Se trata de bicicletas de excelente calidad y que cuentan con una canasta para transportar paquetes o los bolsos. En otros casos han diseñado estacionamientos para autos más largos, con el espacio suficiente para poder instalar un gancho y colgar bicicletas en las paredes.

Algo también que vale la pena mencionar es como han logrado implementar más metros cuadrados que los requeridos para bicicletas, para mayor comodidad a la hora de tener que hacerles ajustes y arreglos utilizando el formato garaje.

En la mayoría  de estos “edificios urbanos” se han orientado en general a un perfil de público compuesto por jóvenes, estudiantes y profesionales, que prestan un gran valor a la existencia de estas facilidades y sobre todo la conectividad con las ciclovías.

Paula Fuenzalida, jefa de Interiorismo de Patagon Land, dice que “es importante tener estos espacios, sobre todos en comunas como Ñuñoa, Las Condes o Vitacura, donde se usa más la bicicleta como medio de transporte y para uso recreacional. Por ello, otorgamos espacios techados y cercanos a los accesos, para así disminuir el tráfico en los halls de entrada”.

Comenta que por lo general implementan estos estacionamientos en el primer piso, en dos tipos de formatos; horizontal que es el más tradicional y vertical para que las bicicletas se puedan colgar.

Debemos seguir los pasos a naciones como Chile que han estudiado este grupo creciente de jóvenes, estudiantes y profesionales con esta necesidad particular a la hora de adquirir o alquilar una propiedad. Han sabido sacar provecho a un nuevo nicho del mercado inmobiliario.

Como hemos tocado en otros post, estamos desaprovechando una gran oportunidad como país al no incentivar el uso de la bicicleta, por todo lo que nos brinda como negocio. Emprendedores en diferentes ámbitos como la venta de ropas, accesorios especializados para ciclistas urbanos, más tiendas de bicicletas, mercadeo e intercambio de piezas y bicicletas, turismo citadino, cafes, bares, clubes, desarrollo físico, reducción de stress laboral y un sin número de beneficios para la salud de la población que redundaria en una reducción sustancial en el gasto público, etc.

Referencias tomadas de:

http://www.economiaynegocios.cl/noticias/noticias.asp?id=402780

Felipe Álamos. El Mercurio